Buenas prácticas de fabricación (GMP) y prácticas de distribución (GDP)
Las buenas prácticas de fabricación (GMP - Good Manufacturing Practice) y las buenas prácticas de distribución (GDP - Good Distribution Practice) son normas y estándares que se han introducido para garantizar la calidad, seguridad y eficacia de los productos farmacéuticos y otros productos sujetos a regulaciones restrictivas, como alimento.
El principal objetivo de las buenas prácticas es minimizar el riesgo de contaminación del producto durante la producción y de daños durante el almacenamiento y transporte. En este caso es especialmente importante mantener la calidad de los productos. Cualquier desviación de la norma en la producción y transporte de medicamentos puede afectar su eficacia y los alimentos en mal estado pueden provocar intoxicación. Como consecuencia, el incumplimiento de buenas prácticas puede afectar la salud e incluso la vida del consumidor. Sin embargo, los principios de buenas prácticas son tan universales que vale la pena utilizarlos independientemente de la industria.
¿Qué son las buenas prácticas de fabricación?
GMP consta de muchos elementos que deben implementarse en etapas individuales de producción. En primer lugar, una formación adecuada del personal en las normas y procedimientos específicos de un proceso productivo determinado. La formación debe cubrir las áreas de higiene, control de calidad y seguridad. En el caso de puestos más especializados, la prioridad debería ser preparar cursos adicionales adecuados. Un ejemplo es la atención a la higiene, el uso de ropa protectora o un procedimiento adecuadamente desarrollado para que los empleados se laven las manos antes de comenzar a trabajar en el lugar de trabajo. A continuación, el control de calidad abarca las materias primas, los productos semiacabados y los productos terminados. Los proveedores deben ser verificados y confiables y tener los certificados requeridos. Además, la materia prima debe pasar por un control de calidad detallado antes de ser puesta en producción. Esto puede incluir inspección visual y pruebas de laboratorio para validar la calidad de la materia prima. El almacenamiento de productos semiacabados también requiere condiciones adecuadas, como temperatura, humedad y protección contra daños, lo cual es extremadamente importante para evitar la degradación de las materias primas. Sin embargo, es necesario mantener registros para poder resolver cualquier complejidad en caso de una auditoría externa o interna. Un ejemplo puede ser una situación en la que se recibe un lote defectuoso de un producto y se debe verificar la causa de esta condición. La calidad también incluye el mantenimiento y calibración de las máquinas de producción. En cada planta se requiere un mantenimiento y calibración regulares de los equipos de producción, así como una gestión de acuerdo con las normas técnicas. La inspección de los equipos es extremadamente importante para evitar posibles tiempos de inactividad, accidentes o lotes defectuosos de mercancías. En interés del medio ambiente, también es una buena práctica gestionar la contaminación de forma segura. Se trata principalmente de mantener la limpieza, la adecuada segregación de los residuos y su adecuado almacenamiento y eliminación. Finalmente, vale la pena recordar realizar auditorías internas periódicas para evaluar el cumplimiento de las GMP e identificar áreas de mejora.
¿Qué son las buenas prácticas de distribución?
El PIB son actividades destinadas a aumentar la eficiencia de la distribución de bienes. El paso inicial correcto es una planificación y gestión de inventario adecuadas. Las empresas recopilan datos para poder pronosticar la demanda de bienes particulares en un período determinado. Los inventarios excesivos generan costos adicionales de almacenamiento. A su vez, muy pocos productos pueden provocar retrasos en la entrega. Otra práctica valiosa es cuidar las relaciones con los socios de distribución construyendo relaciones duraderas y beneficiosas. Es fundamental garantizar una comunicación clara, condiciones de cooperación justas y un seguimiento y evaluación periódicos de los resultados de los socios de distribución. Una cooperación adecuada contribuye a unas ventas eficaces y a crear una imagen de marca positiva. Un aspecto importante de la estrategia empresarial es la elección de los canales de distribución, que depende de las características del producto, el alcance del mercado, los costos, la competencia, las relaciones con los clientes y las innovaciones tecnológicas. Es necesario equilibrar estos factores y adaptar la estrategia de distribución a las condiciones cambiantes del mercado. También es fundamental asegurar la calidad en el proceso de distribución, que evite daños y pérdida de valor de los productos durante el transporte y almacenamiento. Esto incluye el embalaje, etiquetado y sujeción adecuados de las mercancías, la aplicación de procedimientos de manipulación adecuados en los almacenes y el uso de empresas de transporte acreditadas. También es crucial monitorear la calidad de los productos en cada etapa de la distribución y reaccionar rápidamente si se detectan problemas. Esto asegura que el producto llegue al cliente en perfectas condiciones, contribuyendo a la satisfacción del cliente y fortaleciendo la reputación de la empresa. Uno de los aspectos más importantes de las buenas prácticas de distribución es la optimización logística. Implica mejorar los procesos relacionados con el transporte, el almacenamiento y la gestión de inventarios para aumentar la eficiencia y reducir costes. Esto incluye la planificación de rutas de transporte óptimas, utilizando tecnología para el seguimiento y gestión de envíos, minimizando los tiempos de inactividad en los almacenes, así como el seguimiento y mejora continua de todos los procesos logísticos. Al optimizar la logística, puede acortar los tiempos de entrega, reducir los costos operativos y aumentar la satisfacción del cliente mediante entregas más rápidas y confiables.
El cumplimiento de las prácticas anteriores requiere un enfoque sistemático, la participación del equipo y un seguimiento constante de los efectos del trabajo. Las buenas prácticas contribuyen no sólo a la venta eficaz de productos, sino también a crear una imagen de marca positiva y la fidelidad de los clientes. Las herramientas modernas pueden resultar útiles. En el caso de las buenas prácticas productivas, los sistemas GMAO como SmartMaint son insustituibles, lo que facilita la gestión y mantenimiento de la maquinaria. Sin embargo, en el caso de buenas prácticas de distribución, la aplicación SmartLoad ayudará en la planificación de la carga de mercancías. ¡Ambos programas tienen un período de prueba de 14 días para nuevos usuarios!
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